Las drogas han sido un grave problema social desde la era psicodélica. Y desde entonces se han estado haciendo cada vez más fuertes y más mortales. Desde el LSD en los años 60 hasta el crack y el éxtasis en los años 70 y 80, el potencial de la adicción ha aumentado constantemente. En las últimas décadas la potencia de la marihuana ha alcanzado proporciones alarmantes. Como si eso no fuera lo bastante malo, la última década ha visto la aparición de opioides sintéticos altamente adictivos y más recientemente el fentanilo. Cada uno ha sido responsable de niveles sin precedentes de adicción y muertes por drogas.

 

El fentanilo ya ha llevado la sobredosis a un nuevo nivel. Desde el inicio de la pandemia del COVID‑19 un número récord de estadounidenses ha muerto por sobredosis de drogas, siendo el fentanilo prominente entre ellas.

De cincuenta a cien veces más potente que la morfina, el fentanilo fue originalmente destinado a sedar a los pacientes sometidos a cirugía. Ahora hay una nueva droga —ISO— que tiene el potencial de hacer que las muertes por drogas estén aún más fuera de control.

Nuevos tipos de este opioide sintético han aparecido en Washington, D. C., que son muchas veces más poderosos que el fentanilo. También se ha informado de casos en Indiana, Wisconsin e Illinois y la Procuradora General de Florida, Ashley Moody, recientemente emitió una advertencia sobre un opioide sintético llamado Isotonitazeno (ISO) que es de 20 a 100 veces más fuerte que el fentanilo. Como tiende a mezclarse con otras drogas, los consumidores pueden desconocer que están usando un ingrediente letal hasta que es demasiado tarde.

El ISO fue desarrollado por primera vez por empresas farmacéuticas en los años 50 como analgésico. Su uso se interrumpió debido a sus muchos efectos secundarios peligrosos. El más serio de estos es la insuficiencia respiratoria. El ISO se encuentra en forma de cristal o en polvo blanco, grisáceo o amarillo y puede mezclarse con heroína o cocaína para hacer un cóctel mortal, o se pueden hacer comprimidos.

Pero eso no cuenta toda la historia. Las muertes por sobredosis de drogas que involucran psicoestimulantes como la metanfetamina están aumentando en gran parte porque están siendo mezcladas con estos opioides sintéticos.

Si el ISO resulta ser tan malo como los expertos temen que sea, los resultados de su circulación podrían ser devastadores.