La cocaína y el crack pueden ser tomados por vía oral, o a través de la nariz (esnifada), inyectada con una jeringa o, en el caso del crack, a través de la inhalación del humo al calentarla.
Los términos usados para describir la ingestión incluyen masticar, esnifar, metértela por la vena (inyectarla en una vena grande) y fumarla.
La palabra cocaína se refiere a la droga en forma de polvo (cocaína) y en forma de cristal (crack). Se hace a partir de una planta de coca, al igual que la metanfetamina, crea la mayor dependencia psicológica que ninguna otra droga.
Efectos a corto plazo:
La cocaína provoca una subida intensa de energía durante un período corto, que es seguida inmediatamente por los sentimientos opuestos: depresión intensa, nerviosismo y ansia de más droga. Los que la consumen a menudo no se alimentan ni duermen apropiadamente. Pueden experimentar un marcado incremento del ritmo cardiaco, espasmos musculares y convulsiones. La droga puede hacer que la gente sienta paranoia, irritación, hostilidad y ansiedad, incluso cuando no están bajo su influencia.
Efectos a largo plazo:
Además de los efectos ya mencionados, la cocaína puede causar irritabilidad, cambios de humor, insomnio, paranoia y alucinaciones auditivas. La tolerancia a la droga aumenta de manera que se necesita más para producir la misma “subida”.